“Los antiguos fueron, los antiguos son y los antiguos serán” 

Lovecraft 

 

 

Ellos criaron al hombre en el Edén, su saber –hoy olvidado- en nosotros depositaron. 

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Son los grandes antiguos, los señores que habitan los conos galácticos, de la bóveda celeste son custodios. 

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Los albañiles del gran arquitecto fueron, con precisión geométrica hicieron lo creado, la onda oscuridad… las llamaradas lumínicas son del fuego primordial 

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Son los antiguos de antiguos, los astros que nos miran desde el firmamento, los sin forma y con forma. 

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Dios habla atreves de ellos, legión son porque muchos son, tantos como estrellas hay en las alturas. 

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Los encarnados en su nave van a su albedrío, sin salir de sus linderos, ellos son de la tierra los auténticos dueños.  

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Yo los he visto en el plano onírico, con sus ojos despiertos, con su ética profunda, con su intelecto avanzado, sus tranquilas posturas, su fas iniciática, su alma reposa en las alturas. 

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Nosotros contra ellos nos revelamos, siendo sus críos: ellos volverán un día no lejano, a recordarnos al anciano de los días. 

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Los grandes galácticos no están muertos, están soñando, no mueren los inmortales, y no se aniquilan los que habitan en las nada, su apariencia es de cierto ancestral. Un faro resplandeciente irradia desde su conciencia. 

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No busques división en ellos pues son consustanciales. 

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Buscarlos bien puede el hombre, y en ti mismo recuerda lo que has olvidado, pues nosotros somos descendientes de su estirpe, tenemos su genética, llevamos su ADN.